Es uno de los mitos de El Salvador más populares. Se dice que existen personas que tiene un espíritu muy fuerte y que con solo ver o admirar a otra persona, pueden “hacerle ojo”. Esto suele ser muy común en los niños pequeños.
El mal de ojo se manifiesta con vómitos, diarrea y decaimiento en general que puede llevar hasta la muerte. Para contrarrestarlo se debe visitar algún “curandero” que usa ciertas hiervas, mezcladas con alcohol y tabaco en todo el cuerpo de la persona afectada.
Dicen las leyendas sobre los espejos que, si rompes uno de ellos, tendrás lamentablemente siete años de mala suerte. Otro mito es que los vampiros no pueden reflejarse en ellos, siendo el modo perfecto de identificarlos. Ninguna de estas supersticiones son por casualidad y de hecho tienen un origen histórico y cultural concreto. Te explicamos estas y otras leyendas relacionadas con los espejos.
Para los campesinos, la lechuza es un ave temida y de mal agüero. Causa mucho temor su presencia, se cuenta que los ojos de esta ave, que se ven de noche como luces, que arden en las sombras de las tumbas: que las garras de las patas aprieta el alma de los difuntos y se las lleva. Sus alas son negras por el polvo de carbón porque tiene de compañeras las brujas y con estas aves hacen el mal desde lejos.